No haga dieta, mejor piense en lo que come


Una de las principales quejas de los que hacen dietas es que, una vez que las dejan, vuelven a aumentar los kilos que perdieron.
Esto se debe a que al poner al organismo en una dieta de ¿hambre?, éste declara una alerta nacional en el cuerpo que debe resistir estoicamente mientras pierde milímetro a milímetro la atesorada grasa. Pero desaparecida la señal de alarma, empieza a recuperar el peso perdido y a veces más del que tenía.
Para evitar la tragedia de estar haciendo nuevas dietas cada dos o tres meses, es mejor que mire a su cuerpo lo mismo que si se tratara de un niño pequeño al que cuidamos y observamos cuidadosamente para que mantenga su alegría y su buena salud.
Si sigue con atención estas sugerencias y las incorpora en su vida diaria, no sólo bajará de peso sino que podrá mantenerlo sin tener que estar pasando por la angustia de ver una fea imagen en el espejo, no poder ponerse esa ropa que tanto le gusta y de no tener que vivir toda su vida a régimen.
BATALLA PRIMERA: LA LUCHA CONTRA LA GRASA
La primera medida que debe tomar para tener conciencia de este plan de batalla permanente es que… tiene que cortar el consumo de grasa, sobre todo, la que viene en forma de postres, cremas, mantequillas, potajes y alimentos fritos. No olvide que la grasa contiene más calorías (unas 10 por gramo) que las proteínas y los carbohidratos, que tienen alrededor de 5.
LA AMENAZA DE CADA DÍA: EL PAN
Trate de evitar tener pan o galletas en la casa, pero si los tiene, procure que sean de trigo y si es posible, orgánicos. El problema no está en comer un poquitín de ellos, sino que casi siempre cedemos a la tentación de untarles un ¿poquito? de mantequillas, queso crema o delicias que aparecen en nuestras manos por arte de magia.
Si la tentación es muy grande… es preferible que coma ¿ese pedacito? con mermelada de frutas naturales.
MANTENGA ALEJADO Y BAJO VIGILANCIA AL ENEMIGO
Estas son medidas generales de extrema importancia en nuestra guerra permanente.
Quítele la grasa a cualquier tipo de carne que coma y la piel al pollo. Para preparar platos con carne molida, mande a moler carne magra aunque pague más por ella. Una vez cocinadas las carnes elimine el exceso de grasa,. sobre todo el que quedó en esa deliciosa e inocente ¿salsita?-.
Use grasa en spray, en lugar de aceite o mantequilla.
Cuando coma fuera, pregunte si la carne ha sido hecha al vapor o a la parrilla. No lo dé por sentado.
Pida que le ponga las salsas y aderezos al lado del plato para que pueda ¿limitar? su consumo. Evite las salsas terminadas en “esas”, como la mayonesa, la holandesa, la lionesa…la bernesa.
No tenga mantequilla en su casa… o compre la que ¿parece mantequilla pero no lo es? para untar un poquitín en tostadas bajas en grasa, papas hervidas o asadas, vegetales.

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